Cuando tienes excedente de vegetales en la nevera, antes de que se empiece a poner mala la comida… ¡es el momento de ponerse creativa! Así que el otro día, ante el arsenal de rúcula que tenía acumulado y amenazando con acabar en la basura (¡y me niego!), estuve buscando recetas con rúcula, a ser posible, que aguanten unos días extra en la nevera… y topé con un pesto de rúcula.
Ahí quedó la receta, porque la que finalmente preparé, como siempre, me la inventé sobre la marcha con lo que tenía por aquí a mano. Mi idea inicial era hacerla con un queso que no fuera parmesano, porque tenía un queso curado tremendo y pensé que quedaría también perfecto. Pero finalmente, como resto de una cena con amigas en casa tenía un pedacito de parmiggiano reggiano y tuve que usarlo. ¡Está tan tremendamente bueno!
Pesto de rúcula con parmesano y nueces
INGREDIENTES
- toda la rúcula que quieras o puedas
- 6 hojitas de albahaca (si tienes, no es necesario)
- un diente de ajo
- aceite de oliva
- un buen puñado de nueces
- un taquito de parmesano rallado
PREPARACIÓN
Meter todo a la Minipimer o similar (si no tienes, al mortero, que seguro que queda mejor) y esperar hasta que tenga la textura que más te guste. Guardar en un botito de cristal ¡y a la nevera, que tienes varios días para comértelo! Como enganchada al parmesano que soy, una vez servidos mi pasta y el pesto, añadí un poquito más de queso, ¡al gusto!