Estoy pasando por un momento complicado (por eso he tenido el blog olvidadito) y, pese al sol y al buen tiempo, me está costando sonreir. Mi terapia durante los últimos día ha sido clara: tirar del color. Parece una obviedad y estoy harta de leerlo año tras año en los editoriales de las revista de moda de julio y agosto.
Además, yo siempre he sido de colorines, pero nunca lo había usado como terapia. Aquí tenéis las bases de mi medicación:
Flower Party, de Yves Rocher para este verano. Un eau de toilette fresco, pero con cierta intensidad: empieza con cítricos y acaba dulzón.
Un pantalón amarillo de Zara, que pese a lo que puede parecer, se está convirtiendo en todo un básico de mi armario.
Esto es sólo el comienzo de mi medicación, os seguiré informando, sobre todo de posibles efectos secundarios y de la efectividad del tratamiento.