Si aún no consumes esta semilla con regularidad, después de leer los beneficios de la chia y de ver lo sencillo que es incorporarla en la dieta, seguro que te enganchas.
Desde hace unos años le doy al desayuno la importancia que siempre ha tenido, pero que yo nunca tuve muy en cuenta. Es decir: cedí a la eterna frase del «desayuno es la comida más importante del día«. Y, aunque los científicos hablan ahora de que tampoco hay que emocionarse, que todas son importantes, yo intento cuidar mucho lo que desayuno.
Durante el día, no pienso en detalle si estoy tomando cereales, frutas, proteínas o lo que sea, pero me gusta tener un desayuno completo que me de energía para aguantar la mañana. Lo que puedo asegurar después de algunos años de esta sana costumbre (el embarazo y postparto ha sido un lapsus en esta buena rutina) es que mi estómago funciona mejor que nunca y mis análisis están más equilibrados que nunca, especialmente el hierro, que siempre flojeaba (de nuevo embarazo y postparto aparte).
Uno de los alimentos (conocidos por algunos por superalimentos, pero yo prefiero obviar esa palabra) que han entrado a formar parte de mi despensa de uso diario es la chia.
Los beneficios de la chia
La chia es uno de esos alimentos que hace unos años era rarísimo encontrar y que ahora puedes ver en cualquier plato y adquirir en cualquier supermercado. La clave son sus beneficios y, de verdad que me los creo:
- alto contenido de fibra: son una ayuda perfecta para el correcto tránsito intestinal.
- rica en ácidos grasos omega-3 y omega-6, que ayudan a controlar los niveles de colesterol, entre otras cosas.
- es saciante: la chía se sirve con líquidos (leche o yogur, por ejemplo), absorse hasta 10 veces su peso en agua y por eso te hace sentir más llena, lo que puede ayudarte a evitar picar.
Ojo, tanto por su alto contenido en fibra como por el efecto saciantes puedes pensar: «oh, pues me voy a hinchar a chia y así mantengo el tipín» ;P. Pues no, ambos beneficios dejan de serlo si abusas de la chia, tenlo en cuenta. La ración recomendada son dos cucharaditas al día, unos 10 gr aproximadamente.
Cómo usar la chia y cómo añadirla a tu dieta
La chia se puede tomar de mil maneras, algunas son más populares que otras, pero realmente se puede utilizar en millones de platos, postres, panes… A mi me gusta añadirla en mis yogures de desayuno. Esos de los que ya te he hablado y a los que me gusta añadir de todo un poco. Tienes que recordar añadirla unos minutos antes de tomártelo, para que absorba el líquido y se hinche, ¡acuérdate!
Últimamente, se la añado también a mi hijo en su avena por la mañana. Le hago gachas de avena y, de vez en cuanto, le pongo una cucharadita cuando las tengo a fuego a lento terminando de prepararse.
Una receta con chia muy famosa son los populares pudin: se trata de mezclar leche vegetal con chia y dejarla reposar varias horas, para que se quede como un pudin o natilla. Puedes añadirle un toque de fruta en pedacitos, algo de miel, frutos secos, chocolate… ¡juega y prueba! Es perfecto como desayuno o como postre.
NOTA: como siempre, advierto que ni soy nutricionista, ni dietista ni nada similiar, ni pretendo serlo. Lo que lees aquí es fruto de lo que me he informado y de mi propia experiencia. Por favor, busca ayuda profesional si necesitas ayuda para equilibrar tu dieta 🙂