Después de muchos, muchos años con este blog (aunque tenga ratos de abandono, el pobrecillo), empiezo a ver ciertos patrones en mi: una cosa muy curiosa es que me da subidón de motivación con el blog generalmente en mayo. Un mes que me gusta mucho: empieza el buen tiempo, se acerca el verano, llegan las flores… El caso es que, aunque en verano nunca lo abandono del todo, este verano la pereza se está apoderando de mi y, una vez consigo hacer el trabajo del día, intento alejarme todo lo posible del ordenador hasta el día siguiente. Y eso se traduce en un verano con el blog sin actualizar. Eso sí, en Facebook y en Instagram si que he seguido compartiendo algunas cosillas, por si quieres saber de mi… 😉
Aunque no me he quitado de encima la pereza, después de unos días de relax en la preciosa isla de La Gomera, me he inspirado para compartir algunos posts más fotográficos, una pequeña serie inspiradora para las vacaciones con fotos en rincones del mundo de los que me he enamorado. Para empezar, les dejo con otra de las Islas Canarias, la mágica isla de El Hierro: