Lo de peor vestidas me parece demasiado fuerte, pero no veía la manera de expresarlo en pocas palabras. No he encontrado grandes desastres estilísticos entre las estrellas de la alfombra roja de los Oscars 2010, pero si varios de casos de «podría mejorar».
Kate Winslet (Yves Saint Laurent) es una habitual en mis antifavoritas. De verdad que no me cae mal, sólo me parece que va siempre muy sosa: siempre en gris y siempre rectangular (como leí ayer en Twitter).
Se que me voy a llevar varios coscorrones, porque está saliendo en todas las listas de las mejor vestidas, pero a mi no me gusta como le queda este precioso vestido de Marchesa a Sandra Bullock. No se si es la foto, pero ¿no os parece que es ella misma una estatuilla de los Oscars?
Charlize Teron es una mujer despampanante y guapísima, pero su vestido de Dior me da un poco de risa.
No vi por ningún lado a Hillary Swank en la red carpet de los Oscars, pero, para una de las fiestas post-gala, se nos plantó este escote. Espero que sea el ángulo de la foto lo que hace que se vea tanta carne.
Elisabetta Canalis es la novia de George Clooney (espero que no sea ella la responsable de que Clooney tenga esos pelos mal cortados y que, por primera vez en su vida, no me pareciera uno de los hombres de la noche). El caso es que con ese tatuaje que le rodea todo el brazo y el vestido de fin de año de 1996, no puede esconderse.
Otro clásico entre las peor vestidas (porque este año no fue Beyoncé a los Oscars) es Mariah Carey, de Valentino, que se empeña en mostrar más de lo que le conviene.