Con el buen tiempo siempre me entran las ganas de viajar: no hay cosa que me ponga de peor humor que helarme de frío mientras visito alguna ciudad o país y lo digo por experiencia. Ahora mismo, con el tiempo tan perfecto que hace este fin de semana, lo que me apetece es coger un coche y lanzarme a la carretera con mi chico, a ver qué nos encontramos.
Nuestra situación no es la misma que la de Audrey Hepburn y Albert Finney, que vivían en un matrimonio aparentemente acabado, pero es una gran película y ese revivir del amor (sorry, ¡spoiler!) viene bien para cualquier pareja. Por supuesto, como siempre, Audrey guapísima, incluso con las gafas mosca blancas.
¿Nos vamos de road trip? Yo, al menos, veré la película por enésima vez este fin de semana.