No sé qué me ha dado últimamente, pero todo lo veo y lo quiero en gris y rosa. Quién se haya pasado por mi casa sabe que es mi última obsesión. Así que en la ropa no podía ser menos. Llega el frío de diciembre: hace falta sacar las lanas del armario (aunque la dermatitis no me lo recomiende) y qué mejor que un precioso (y cursilón) rosa para los complementos. Los jerseys grises, en lana y algodón, son perfectos: estás con ellos calentitos en casa y, al salir, un abrigo encima y pegan con todo.
Además, ¡pega con el blog! 🙂