No siempre cumplo mis promesas en lo que al blog se refiere, pero, hoy empiezo con muchas ganas una nueva sección en miredcarpet, en la que me encantaría ir compartiendo algunas entrevistas a personas especiales, que tienen proyectos especiales. Al empezar a dar vueltas a esta nueva patita del blog tuve claro por dónde y por quién empezar: qué mejor que destacando a una joven emprendedora que ha decidido que las Islas Canarias son el lugar perfecto para organizar eventos y bodas. Ella es Gema, alma de B de Brisson. Vale, sí, también quería empezar por ella porque es amiga 🙂
A Gema la conozco desde hace muchos, muchos años. Compartimos muchos veranos en nuestra adorada playa al sur de la isla de Gran Canaria (¿nos guardamos el nombre y así queda solo para nosotras?), muchas horas pasamos sentadas en la orilla viendo la marea ir y venir. Y esas mágicas horas de los eternos veranos de la infancia y la juventud dan para mucho, todos lo sabemos. Cuando llegó la etapa de estudiar, ambas nos fuimos de la isla, pero, cosas de la vida, también las dos hemos vuelto «a casa» para montar nuestros propios proyectos: del mío puedes saber más en Canarias Comunicación y el suyo es la empresa de organización de bodas y más eventos B de Brisson, que, gracias a su gran esfuerzo y trabajo, empieza a hacerse un nombre en las islas.
Gema estudió Publicidad y Relaciones Públicas en Madrid y, tras pasar por el Departamento de Marketing de una multinacional del videojuego en Canarias, sintió que necesitaba seguir formando. Así que volvió a preparar las maletas y dio otro salto, esta vez más lejos, para estudiar Marketing & Business en Nueva York… y ahí comenzó esta historia de amor…
¿Cuándo supiste que querías dedicarte a organizar eventos en las Islas Canarias?
Mientras completaba mis estudios en Nueva York cambió totalmente mi visión de a qué me quería dedicar. Después de ver y vivir en primera persona allí eventos de todo tipo, cuando volví a casa tuve claro que quería hacer algo novedoso en mi tierra y aprovechar todos los recursos que aquí se encuentran; tanto en cuestión de clima, como de paisajes. Si en Nueva York, que amanece un día precioso y en cuestión de 5 minutos cae una tormenta tropical, se casa la gente en medio de Central Park, ¿por qué nosotros que tenemos un clima envidiable y una diversidad de paisajes increíbles no usamos esos recursos y hacemos eventos diferentes y con personalidad?
¿Seguiste formándote para encaminar esa nueva vocación de organizadora de eventos o te lanzaste a trabajar?
Decidí seguir formándome en áreas que eran necesarias para mi empresa, empezando por la formación de Wedding Planner con Bodas de Cuento, Community Management, soy experta en Protocolo y ahora estoy apunto de terminar una formación de Gestión empresarial.
¿Crees que hay algún tipo de limitación a tu desarrollo profesional por vivir en las Islas Canarias?
Tenemos limitaciones, aunque también tenemos otras cosas por las que en otras comunidades pagarían por tener, como nuestro clima, por ejemplo. Pero si hablamos de limitaciones en sí, en muchas ocasiones es complicado (o al menos, muy costoso) poder traer material de la península o del extranjero, muchísimas empresas no hacen envíos a Canarias. Supongo que el tema de aduanas en Canarias con la venta on-line no es un secreto para nadie y todos sabemos los inconvenientes que esto conlleva… Esto choca un poco con la filosofía de empresa que nosotros tenemos: queremos crear y diseñar eventos innovadores y nos gusta que no sean los «típicos», así que necesitamos innovar con proveedores de cualquier parte del mundo. Pero bueno, es complicado, pero no no imposible. En eso también consiste nuestro trabajo, en buscar soluciones para que nuestros #fiançailles tengan lo que verdaderamente quieren en su día o buscar alternativas.
¿Han sido muy duros los comienzos?
Ha sido difícil, pero como todos los comienzos, ¿verdad? Por suerte o desgracia, mis padres también tienen una empresa y desde pequeña he vivido lo que es una empresa desde dentro, así que ha habido partes que no me han pillado por sorpresa. Siempre es difícil entrar en cualquier sector, darte a conocer y hacerte un hueco y más cuando ofreces algo que la gente desconoce y en un principio no le ven el valor que de verdad tiene.
Desde mi punto de vista lo más complicado es dar a conocer el servicio en sí o, mejor dicho, el valor de lo que ofrecemos: la mayoría de las personas no sabe que existen este tipo de empresa o, si saben que existen, no tienen claro lo que ofrecemos exactamente. En otros países la gente no concibe planear una boda sin la colaboración de empresas como B de Brisson, es el primer proveedor que visitan y seleccionan. Pero aquí es bastante más complicado, los clientes no tienen el mismo concepto y para ellos somos como un «lujo» o el último paso si hay presupuesto. Esta concepción es totalmente errónea: si fuéramos el primer paso, podríamos ayudarles incluso a aprovechar mejor ese presupuesto que tienen para su evento. Sin duda, la parte de concienciación sobre hasta qué punto podemos ayudarles, no solo a que su día especial salga perfecto, sino también a que ellos puedan disfrutarlo sin preocuparse por nada, es lo que más cuesta, pero parece que poco a poco empezamos a hacernos ese hueco.
Después de esta parte más complicada del emprendedor, que además entiendo perfectamente, trabajando en un sector con el que también he tenido que dedicar muchas horas a la «evangelización del cliente», pasemos a «lo bonito», a los eventos. ¿Qué se siente al compartir un momento tan importante como el día de su boda con tus fiançailles?
Es un momento de muchísima responsabilidad, trabajas para uno de los días más importantes de sus vidas y en el que han dedicado muchísimo tiempo y, como es lógico, quieren que todo salga perfecto. Pero a la vez es muy bonito y gratificante, es un día de alegría, la gente está feliz y te hacen partícipe de ello. Y es una pasada cuando ha pasado el momento y te abrazan o cuando a la mañana siguiente te llegan whatsapp y no dejan de darte las gracias porque todo ha salido como ellos habían imaginado. Eso contrarresta todos los nervios y la responsabilidad que conlleva trabajar en días tan importantes.
Además, al final, con la mayoría creas un vínculo más allá del simple cliente-empresa, por lo general estamos casi un año trabajando en conjunto, muchas reuniones, llamadas, pruebas… y llegas a tener una complicidad y un buen rollo que no llegarías a tener si te dedicas a otra cosa y eso también te reconforta y motiva.
Cuéntanos para acabar algún momentazo genial o alguna anécdota de tus eventos hasta ahora
En cuanto a anécdotas… de entrada, ya tenemos un oído agudizado para escuchar el tintineo de alguna alianza al caer al suelo, los niños y, sobre todo, las mascotas son un poco traicioneros a la hora de confiarles los anillos, pero de momento todos los han tenido en el momento del «sí, quiero».
En una ocasión, durante una ceremonia al aire libre, estábamos explicándoles a algunos invitados cómo funcionaban los cañones de confetti y uno de ellos se estalló mientras hablaban unas amigas de la novia: el chico que lo estalló no sabía dónde meterse, pero el resto de los invitados se morían de la risa. Y este año conseguimos que un cantante muy conocido entre las adolescentes le grabara un vídeo para felicitar a una de nuestras Petite-Brisson en el día de su comunión: cuando lo pusimos durante la celebración y vimos a todas sus amigas llorando de la emoción, no sabíamos si había sido un acierto o un error, pero fue un momento divertidísimo.
Aunque los momentos que más nos gustan son los personales, cuando durante los preparativos los novios leen cartas de invitados que no pueden venir, de algún familiar o del novio o novia… Este año tuvimos la primera pareja que hizo un first look (los novios se ven a solas, solo con la presencia del fotógrafo, antes de la ceremonia) y nos pareció brutal. Otros momentos emocionantes son cuando durante la ceremonia intervienen los invitados y hablan sobre los novios, en las entregas de ramos o de regalos o cuando las novias deciden abrir el baile con su padre en lugar de con el novio, la luz especial con la que se miran ese día los novios y cuando los vemos deseamos que les dure para siempre… esos momentos que son instantes pero que hacen que ese evento sea de ellos, que tenga la esencia de sus almas y que nada tenga que ver con otros eventos u otras bodas. Esos son los momentos que nos emocionan y nos llegan al alma y eso es lo que nosotros queremos con nuestra empresa, crear eventos con alma.
Créditos de la preciosa boda organizada por B de Brisson que ilustra la entrevista – Yanira y Eduardo – 6/5/16
Fotografo: Pablo Beglez
Lugar: Finca Escudero
Catering: Boanva
Sonido e Iluminación: Proevento
Vestido: Ivan Campaña
Flores: Floristeria Las Pitas
Maquillaje: Bobbie Brown
Peluquería: Sunao