El domingo cibelino empezó a las 10:30 de la mañana con Ailanto. Puede parecer buena hora, pero un domingo, en Madrid, con lo que se tarda en llegar a IFEMA… En fin, yo (si hubieran llegado las invitaciones que me confirmaron que me iban a enviar y nunca llegaron) hubiera ido encantada, por mucho que me hubiera supuesto madrugar, pero no pudo ser 🙁
Quizá fuera por ese «resquemor» de las invitaciones, mi primer vistazo a la colección me dejó un poco fría, no veía ese toque que siempre me engancha con los desfiles de Ailanto. Pero con el siguiente vistazo he cambiado de opinión. Una vez más, me encanta la colección.
Superposición de colores, de prendas, la colección más invernal hasta el momento. Detalles trabajados al máximo, como los motivos vegetales y florales creados a partir de bordados, mezcla de encajes o pequeños agujeros que forman hojas de lunaria coloreadas con acuarela.









El mono rosa es precioso.