¿Quieres desayunar más sano pero no se te ocurren combinaciones o nuevos alimentos y siempre acabas con la misma tostada con mantequilla? Aquí te doy mi receta de base perfecta, a la que puedes sumar cualquier cereal o copo inflado y ya tienes un desayuno rico, rico y sano.
Trabajar en casa tiene muchas cosas buenas y alguna que otra mala. Entre las bondades se encuentra que puedo desayunar con calma, cuando tengo hambre: prepararme algo y parar unos veinte minutos para desconectar del trabajo. Cuando estoy haciendo algún curso online (últimamente estoy encadenando cursos de Jackie Rueda Fotografía que me encantan), aprovecho estos veinte minutillos para ponerme al día con las lecciones. Otras veces, los aprovecho para leer blogs o inspirarme con fotos bonitas.
La hora del desayuno (sano)
La hora del desayuno, además, suele coincidir con la hora de la luz bonita en casa para sacar fotos: suave, pero muy luminosa, inunda mi mesa, pero no pega dura y directamente. Así que, muchas veces, también aprovecho para sacar algunas fotos. cuando ya no aguanto el hambre, dejo de sacar fotos y me zampo mi bowl. Eso ocurrió con las fotos de este post 😉
La base de mi desayuno sano
La base de mi desayuno sano ya la he comentado por aquí en alguna ocasión. Es yogur de leche de cabra (ecológico y local), fruta y algún cereal. No hay más misterio. Tienes que encontrar tu yogur perfecto. Ese con la densidad ideal para que no se convierta el bowl en una masa y que tampoco quede excesivamente líquido.
Yo compro un bote de un yogur artesanal, que se prepara al norte de mi islita, Gran Canaria, de medio litro. Me suele durar como 3 o 4 desayunos, depende del hambre que tenga.
Cómo hacer que el desayuno no sea aburrido
Como siempre, la clave es JUGAR. Las opciones de cereales o copos son casi infinitas. Parece que solo existe la avena, pero, si te atreves a ir probando, nunca te aburrirás y podrás ir variando tu desayuno sano.
Yo, después de mucho tiempo con avena y alguna semilla para dar el toque crunchy, he empezado a comprar todos los copos o copos inflados que veo en el super ecológico de al lado de casa y, así, cada día, voy jugando con las opciones. Algunos días uso solo uno y otros días, la mayoría, saco todos los botes de cereales y semillas y echo un poquito de cada.
Mis nuevas adquisiciones son:
- copos inflados de espelta
- quinoa inflada
- copos de trigo sarraceno
- semillas de chía
Copos inflados de espelta, mi nuevo ingrediente favorito
Los copos inflados de espelta han sido un auténtico descubrimiento: están riquísimos y le dan un toque buenísimo al bowl de yogur. Además, seguro que ya conoces los beneficios de la espelta, pero por si no te acuerdas, te los resumo (ojo, yo no soy nutricionista ni nada parecido):
- son una buena fuente de energía, por eso el desayuno es el mejor momento para tomarla.
- rico en proteínas (8 aminoácidos esenciales), en vitaminas (grupo B, vitamina E y betacarotenos) y minerales (fósforo, hierro y magnesio).
- ayuda a la digestión: recuerda comprar espelta integral para que su alto contenido en fibra te ayude a la hora de digerir, sobre todo si sufres de estreñimiento.
- gracias al ácido silícico y al magnesio que contiene la espelta, ésta es un gran alimento que repara los tejidos y fortalece el sistema inmunológico.
Ojo para los que han descubierto hace poco que tienen intolerancia al gluten: la espelta es un tipo de trigo y, aunque es más ligero de digerir, contiene gluten.
Además de jugar e ir probando todos los cereales que encuentres en tu supermercado, la otra manera clave de no aburrirte con el desayuno sano es ir variando también la fruta: si vas variando la fruta que compras según la temporada (como debe ser… jiji), te será mucho más fácil no aburrirte.
¿Tú qué sueles desayunar? ¿Te animas a probar nuevos cereales y a buscar tu propia combinación perfecta para tener un desayuno sano?